¿Y María Magdalena?

 A esta altura de mi vida he visto muchas versiones sobre la vida de Jesucristo, la última de ellas era la de Mel Gibson, hasta ayer que vi “El evangelio según San Mateo” de Pier Paolo Pasolini.

Es uno de los directores al cual me estoy acercando a través del estudio del neorrealismo italiano, cuya primera película que vi fue “Mamma Roma”, después no pude ver completa a “Saló o los 120 días de Sodoma” porque me cansó y ahora volví al cauce de mirar en forma cronológica sus creaciones.

“El evangelio…” es una muestra de simplicidad, de tosquedad, con gente común actuando típico del neorrealismo. Al comienzo me atrapan varias cosas: ver un José que si se le cambiaba la túnica por pantalón y camisa, era uno de los vecinos de Mamma Roma; María embarazada y por varios minutos sin diálogos, sólo con imágenes atrapantes.

Gibson, católico y conservador, mostró una pasión llena de sufrimiento, sangre, tortura (me gustó mucho la película y la defiendo), mientras que Pasolini ateo y marxista termina siendo reconocido hasta por el Círculo Católico.

Creo firmemente que la belleza de la película es justamente esa simplicidad, blanco y negro y un Cristo intransigente, categórico, parece un líder sindical. Un dato curioso es que Gibson usó los mismos exteriores que Pasolini, en la sureña región de Basilicata.

Pasolini ignoró a María Magdalena y Gibson puso a la Bellucci. Mmmmm, no seas tan evidente PPP.

Eso sí, me quedo con Satanás de Gibson, por lejos, a cargo de Rosalinda Celentano. Sí, es la hija, sí.