Ven y mira


Esta película "Ven y mira" de 1985 está dentro de las 100 mejores películas de habla no inglesa del siglo XX. Lo primero que me sale decir es que nunca había visto tanta pesadilla convertida en poesía.

Está ambientada en la invasión a Bielorrusia de parte de los nazis, todo visto desde la mirada de un chico de 14 años integrante de un pequeño poblado que decide irse con los guerrilleros de la resistencia.
Cuando iban en camino a sitiar Stalingrado, los nazis arrasaron pueblos enteros, hay mucha literatura al respecto.
Lo vivieron en carne propia el director de la película Elem Klimov y su guionista Alés Adamóvich y se estrenó para conmemorar los 40 años del triunfo de las fuerzas soviéticas sobre los nazis.


Es tan cruda que en su momento el propio director tuvo dudas, pero Adamóvich que lo ayudaba en el guión le dió a entender que "el que no quiera, que no la vea. Pero debe quedar una evidencia y un alegato por la paz". Originalmente se iba a llamar "Matar a Hitler", con eso les digo todo.



Un festín la fotografía y esos planos secuencia hipnóticos y salvajes, principalmente en las escenas de los nazis en el pueblo, donde realmente sentís la locura, el miedo, el espanto. Debo agregar que en toda la película debo sacarme el sombrero con el sonido, una genialidad.





Quedé tan impresionada que por supuesto busqué quién fue: Oleg Yánchenko que se encarga de introducir a Wagner y Mozart pero también todo el sonido por ejemplo de la masacre. El hombre además fue un señor compositor, les paso links en Youtube y en Spotify.
Como hacen muchos primeros planos al protagonista Florya, uno puede ir viviendo su transformación. En realidad hay muchos planos mirando a la cámara, dos especialmente cuando se van a sacar una foto que son los dos de arriba: en uno Florya está con los partisanos y otra con los nazis como pueden ver.


Pero el director utiliza mucho el rompimiento de la cuarta pared, realmente hace que te vuelvas parte de la historia. También maneja los episodios donde pasa del caos total al silencio abrupto, al vacío, así en toda la película. Los últimos minutos donde se agrega material documental es realmente un broche de oro.

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