Tío Vania en una road movie


                                             

De a poco estoy poniéndome al día con los Oscar, y esta película "Drive my car" (2021) ganó el Oscar a la mejor película extranjera. Cuando la comienzo a ver y veo que dura tres horas, sabía que iba a terminar mirándola por partes y llegué a pensar que no iba a poder valorarla como quisiera.

He leído muchas críticas y a la mayoría les pareció aburrida, con escenas de más y que podría haber durado menos de tres horas, en el link están todas las críticas, pero un análisis más completo se los dejo aquí.

De Chéjov sólo he leído sus cuentos, no había leído ninguna de sus obras de teatro, tampoco he ido a verlas cuando las han presentado. Así que una de las cosas que logró esta película en mí, es hacerme leer el teatro de Chéjov, y he comenzado por el Tío Vania por supuesto.

En Youtube hay versiones de la obra de Chéjov, la más clásica es esta que les comparto.

La historia, que se va desarrollando lenta pero atrapante, la mayor parte del tiempo arriba de un Saab 900 Turbo rojo, fue dando espacio a varias cosas que iba pensando mientras miraba. Por ejemplo el conocer más de los paisajes del Japón de ahora, ver a Hiroshima en la actualidad, la última vez que la vi como locación fue en "Hiroshima mon amour", así que se pueden imaginar de mi fascinación.


Me atrapó conocer toda la logística de la puesta de una obra de teatro en Japón en la actualidad. El respeto y la formalidad con el que se hablan entre sí los actores durante los ensayos, la forma en que se dirigen los actores a el director, hay una escena en que dos actores llegan tarde al ensayo por un accidente con el auto, y le piden disculpas haciendo reverencias.

El diálogo entre el marido y el amante de la esposa muerta, donde el marido le está dando a entender al otro que sabe que había estado con su esposa, es una escena muy fuerte porque justamente el diálogo se mantiene siempre en el mismo tono y aparecen lágrimas en los ojos de ambos. Hasta ahora todas las situaciones que había visto en el cine con la misma temática, uno de los dos terminaba muerto o muy golpeado, así que esa escena tranquilizó mi corazón.


No es una película para todos los públicos, siempre digo que hay películas que te llegan según tu edad, el momento que estás pasando y hasta según la hora del día en que la mires.

La última escena donde transcurre el monólogo final del personaje de Sonia, y que lo hace la actriz muda con el lenguaje de señas, es incomparable. Pero sí, capaz que me estoy poniendo vieja.








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