¿Por qué tan triste, Chantal?

 


En la lista de las mejores cien películas del siglo pasado, de habla no inglesa, la tengo en el lugar catorce. Bueno, entonces habrá que verla. El ejercicio que siempre hago, si es una película que no conozco y menos a su directora, la veo de cero, sin ningún juicio de valor previo. Lo único que reconozco es a la actriz principal, Delphine Seyrig de "El año pasado en Marienbad" de Resnais.

                                             

Entonces pienso a medida que corre la cinta, es una película de 1975, cuando en ese entonces a nivel mundial las películas consideradas taquilleras o por lo menos grandiosas, apuntaban a otro género. Reconozco que pasa el tiempo, la película dura tres horas trece minutos, por momentos me aburre pero no dejo de mirarla. ¿Por qué a la directora le dio por estar tantos minutos grabando a una mujer bañándose? Y encima cuando termina de bañarse, limpia toda la bañera.


A esa altura ya descubrí el manejo del tiempo que hace Chantal Akerman , hay mucho material  sobre esta directora belga, hasta un sitio web de la fundación que lleva su nombre. Son muchos minutos dedicados a la vida diaria de esta mujer, todo con cámara fija, cosa que me llamó mucho la atención y que repitiera los planos si repite el lugar. Muy poco diálogo, me entero que es una viuda joven, madre de un adolescente que no está en todo el día, parece que va a estudiar y durante la tarde esa madre atiende hombres prostituyéndose para ganarse la vida.


El manejo del tiempo real, es lo primero que me deja pasmada y me va hipnotizando, las escenas en la cocina las voy descodificando de a poco. ¡Qué tema con la pelada de papas che! (guiño guiño). Muchos minutos de película dedicado al tiempo en la cocina ¿Una celda quizás? Todo siempre es un rito, pero esa cotidianidad va alienando, va esclavizando. Pero ¿qué pasa cuándo algo no sucede cómo estaría previsto?



A esta altura ya reconocí la declaración feminista sobre una realidad, que hasta ahora en el 2023 y en Uruguay, creo que se sigue manteniendo. Mujeres que se aferran a un rito para no colapsar.

Bueno, en definitiva, como me pasó con Agnès Varda, tengo que comenzar a ver su filmografía. Por lo que voy leyendo se caracteriza por ese uso del tiempo real, por apostar a la inteligencia del espectador en descubrir lo solapado y dar la profundidad con elementos tan sencillos.

Aquí también les dejo un análisis sobre esta gran directora que los acercará más a su búsqueda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Estás perdonado Oppie

Te amo, te devoro

Por las empinadísimas e interminables calles de San Francisco