Shakespeare polanskikeado

 

Cuando se estrenó esta película, muchos creyeron que era una respuesta de Polanski al brutal asesinato de su esposa, como una obra catártica. "Si hubiese rodado una comedia, me habrían tratado de insensible".

Polanski vivió en carne propia a Hitler, Stalin y Manson así que una obra que trata sobre la violencia, la crueldad y la brutalidad tiene un gran sentido en su acervo. Su mayor acierto fue darle a la obra teatral (ayudado por Kenneth Tynan en su momento, famoso crítico y director teatral), el toque cinematográfico. No importa lo sangriento, hay que mostrarlo. Como el asesinato del rey Duncan que Shakespeare sólo lo evidencia con "Ya está hecho" mientras que Polanski recrea con todos los detalles.

Esto hace que las acciones sean más humanas, más cercanas, los que asesinan son seres humanos, no fuerzas sobrenaturales ni el Estado.
El cine permite que los pensamientos de los personajes sean recreados con voz en off en lugar de largos monólogos, que son valiosos en el teatro pero al cine lo aplasta.
Una de las escenas más polémicas es la de Lady Macbeth caminando sonámbula y desnuda. Nunca antes se había visto esto en Macbeth y muchos lo adjudicaron a que el productor de la película era Hugh Hefner, dueño de Playboy y el único que se arriesgó a poner plata, tres millones y medio de dólares. 

En realidad es una anécdota porque Polanski y Tynan ya lo tenían escrito en el guion, el papel era para otra actriz que se negó por esa escena.
Y al final, la lucha con Macduff, que Shakespeare sólo escribe que se van y luchan, Polanski la adorna con una lucha brutal, torpe y sanguinaria. Nada de coreografías armadas de pelea, realmente dos luchando y pensando cómo matar al otro, la decapitación se muestra en primer plano, nada de a escondidas.

Porque para Polanski la maldad es humana y sólo él puede darle esa magnitud desde su genialidad.