Una precuela que se las trae

 

Pertenezco a una raza de cinéfilos que tuvimos la dicha de conocer las mejores películas de terror del siglo XX durante nuestra infancia y adolescencia. Que no es lo mismo que tener ahora 20 años y ver varias de esas películas. ¿Por qué? Porque los efectos cambian, la forma de contar una historia también cambia, incluyendo la edición y la fotografía; todos elementos muy importantes en el terror. Sucede hasta con películas de Argento, Bava, Fulci con sus sangres de salsa de tomate y maquillaje de poliestireno, donde observo jóvenes de ahora riéndose en escenas que para mí fueron traumáticas.

Pero hay películas que siguen asustando como el primer día: "El exorcista" de Friedkin, "La cosa" y "La niebla" de Carpenter, "Possesion" de Zulawski y por supuesto "La profecía" de Donner de 1976. Cuando vi "El exorcista: creyentes" sólo me hizo pensar para qué estaba ahí perdiendo el tiempo y debo reconocer que la única que me ha gustado hasta ahora de la franquicia fue "Exorcista: el comienzo" del 2004.

Entonces me invitan para ver "La primera profecía"... voy con cierto recelo... y salí contenta. Cuando hay un clásico al cual superar, la valla está muy alta y encima es una precuela, o sea el contexto que rodea al nacimiento de Demian, el Anticristo. Hay que hacerlo bien.

Dirigida en esta ocasión por Arkasha Stevenson, la trama de la película sigue a una joven estadounidense que es enviada a Roma para iniciar una vida de servicio a la Iglesia. Al poco tiempo descubre que existe una facción secular que intenta traer al mundo al hijo de Lucifer. Ambientada muy inteligentemente en Roma en 1971, durante los "Años de plomo", a poco de fundadas las "Brigadas rojas" con una seguidilla de atentados y violentas manifestaciones. El miedo al comunismo pero también a una dictadura. ¿Qué busca el hombre?¿Por qué cada vez se aparta más de la iglesia?¿Cuál es la solución para estos religiosos extremistas? Traer el Diablo a la tierra así la gente por miedo se va a acercar a la iglesia.

Basándose en esta idea, te lleva por toda la cinta, tratando de averiguar quién será la madre del Anticristo, porque es claro que nacerá (ya conocemos como sigue la historia).

Tiene grandes momentos, de verdaderos sobresaltos, no del sobresalto creado por un ruido alterador que te termina cansando, sino del sobresalto genuino del susto. El sonido está excelente, la música también, imperdible la secuencia de la discoteca. 

La historia te lleva como un jugador de mosqueta, te entretiene y te distrae del verdadero objetivo, no es lo que crees. Nell Tiger Free (Juego de tronos) tiene un gran protagonismo al que le agrega una fisicalidad increíble, la escena "homenaje" a Possesion (Adjani lo hizo mejor en la escena) es una de sus demostraciones. Vale decir que también hay escenas "homenaje" a la original de 1976. 

Tiene momentos inquietantes y salvajes, con agregados gore bien ubicados. Planos pensados y orquestados, buscando, teniendo el propósito de asustarte y a veces maravillarte. Quizás se hace demasiado lenta en la segunda mitad que pareciera demasiado larga, lo atribuyo a problemas de edición, escenas innecesarias. Hay una escena en particular que casi hecha a perder todo lo que venía mirando, pero me recuperé. Tampoco me gustó el cierre, explicando demasiado el final para que se una a la historia original, puede ser para instruir a las generaciones que no la conocen, pero no me gustó. Lo que sí me gustó es que deja abierta para una secuela de esta precuela.

Amor aparte: ver las leyendas Sonia Braga, Charles Dance y Bill Nighy juntos.

Puntuación: 3,5/5